La infancia en situación de calle es una realidad dolorosa y persistente que pone en riesgo el desarrollo, la salud y la seguridad de miles de niños en todo el mundo.
Más allá de las cifras, cada historia representa una vida marcada por la vulnerabilidad, la exclusión y la falta de oportunidades.
Este artículo de Juan Ricardo Palacio y Protection4kids, busca ir más profundo que el diagnóstico, explorando soluciones reales y efectivas que diversas organizaciones, comunidades y gobiernos están implementando para devolver a estos niños el derecho a una infancia digna, segura y con futuro.
Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) revela que los niños de la calle tienen una esperanza de vida 20 años menor que la media regional (OPS, 2022).
Eso ocasiona que vivir en la calle afecte el desarrollo físico, emocional y social de los niños; ellos están expuestos a violencia y abuso sexual, drogadicción y problemas de salud mental, explotación laboral, desnutrición y enfermedades.
La infancia es una etapa crítica para el desarrollo humano. Un niño en la calle pierde el acceso a la educación, salud y cuidados básicos. Esto perpetúa el ciclo de pobreza y exclusión.
La protección de estos niños no solo es un imperativo moral. También es un deber legal. La Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por casi todos los países, obliga a los Estados a proteger a los menores de toda forma de abandono y explotación.
Prevenir es siempre más eficaz que reparar, los programas de apoyo a familias en riesgo son claves.
Estos pueden incluir transferencias monetarias condicionadas, atención psicosocial a familias disfuncionales, programas de educación parental.
El enfoque debe ser respetuoso, sin reprimir ni criminalizar. Es clave trabajar con personal capacitado en trauma y derechos humanos.
Por eso, las brigadas de atención callejera cumplen un rol fundamental. Estas acciones incluyen:
Estos espacios ofrecen una alternativa segura al entorno de la calle.Un buen ejemplo es el programa “Casa Alianza” en Honduras, que ha reintegrado a más de 10.000 niños desde 1998 (Casa Alianza, 2023).
Estos refugios deben garantizar alimentación diaria y cuidados básicos, apoyo emocional y contención, además actividades educativas y recreativas.
Las escuelas inclusivas y flexibles han demostrado mejorar la retención en contextos vulnerables. por eso, volver a la escuela es esencial para romper el ciclo de calle. Sin embargo, no basta con matricular al niño.
Se debe ofrecer apoyo escolar intensivo, adaptar el currículo a su situación e integrarlo con tutores y referentes positivos.
En Colombia, el programa “Calle 100” acompaña a jóvenes ex habitantes de calle hasta su independencia económica. Ha tenido una tasa de éxito del 65% en 2023 según (ICBF, 2023).
La reinserción es un proceso lento y requiere acompañamiento constante. Es clave ofrecer:
El rol de las fundaciones y ONGs según Juan Ricardo Palacio
Para Juan Ricardo Palacio, el trabajo articulado entre los gobiernos y las organizaciones sociales es fundamental para lograr un impacto real en la vida de los niños que viven en la calle.
Señala que la coordinación constante y el enfoque territorial son claves para que las intervenciones sean efectivas y sostenibles.
En este contexto, las fundaciones y ONGs desempeñan un papel esencial, ya que muchas veces logran llegar a lugares y poblaciones donde la presencia del Estado es limitada o inexistente.
Sus aportes van desde la atención inmediata y humanitaria, hasta la incidencia en políticas públicas, pasando por la formación y el fortalecimiento de equipos locales que trabajan directamente en los territorios.
La experiencia internacional muestra que los esfuerzos aislados no bastan. Solo con compromiso estatal y articulación social se logran cambios sostenibles.
Para proteger a los niños en situación de calle se requiere políticas públicas integrales. Para Juan Ricardo Palacio, cofundador de Protection4kids, éstas deben contemplar:
Estas son algunas de las principales ideas que deja este análisis sobre la niñez en situación de calle, un problema complejo que exige respuestas humanas, coordinadas y sostenidas en el tiempo.
Del artículo de Protection4kids y Juan Ricardo Palacio podemos concluir lo siguiente: