El Día Internacional contra el Cáncer Infantil, conmemorado el 15 de febrero, busca crear conciencia sobre esta enfermedad.
Cada año, miles de niños son diagnosticados con cáncer, enfrentando desigualdades en el acceso a la atención médica.
Juan Ricardo Palacio y Protection4kids, nos comparten la importancia de un diagnostico temprano para la supervivencia.
Según St. Jude Children’s Research Hospital, alrededor de 400,000 niños y adolescentes desarrollan cáncer anualmente.
Sin embargo, solo la mitad recibe un diagnóstico. Esto refleja las dificultades en la detección temprana y el acceso a tratamientos adecuados.
En estos lugares, el acceso a diagnósticos y tratamientos adecuados es escaso, lo que reduce sus posibilidades de supervivencia.
En América Latina y el Caribe, cerca de 29,000 niños y adolescentes son diagnosticados con cáncer cada año, según la OPS.
La tasa de supervivencia promedio en la región es del 55%, pero varía según el nivel de ingresos del país.
Esto se debe a problemas como el acceso limitado a tratamientos, diagnósticos tardíos y falta de especialistas.
El doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS, advierte que, aunque el cáncer infantil no puede prevenirse, sí puede curarse si se detecta a tiempo. Sin embargo, los retrasos en el diagnóstico y la falta de atención adecuada siguen siendo barreras críticas en la región.
Las desigualdades en el acceso a tratamientos impactan la tasa de supervivencia infantil.
Las principales razones de esta desigualdad incluyen:
El doctor Anselm Hennis, de la OPS, destaca que el cáncer infantil no se puede prevenir, pero es curable si se detecta a tiempo.
La información para los padres y cuidadores es clave para un diagnóstico oportuno y un tratamiento efectivo.
Un diagnóstico temprano mejora significativamente las tasas de supervivencia. La detección oportuna permite iniciar tratamientos más efectivos y menos agresivos.
Es fundamental capacitar al personal médico y concienciar a la población sobre los síntomas.
Muchos hospitales en países de bajos ingresos carecen de equipos y unidades especializadas para tratar el cáncer infantil.
Es necesario invertir en hospitales con tecnología avanzada y unidades pediátricas especializadas en oncología.
El acceso limitado a medicamentos y tratamientos adecuados es una de las principales barreras en la lucha contra el cáncer infantil.
La disponibilidad de fármacos esenciales y la cobertura de tratamientos oncológicos deben ser una prioridad en las políticas de salud pública.
La formación de médicos especializados en oncología pediátrica es clave para mejorar la atención.
Es necesario impulsar programas de educación médica continua y especialización en el tratamiento del cáncer infantil.
La inversión en investigación permite desarrollar tratamientos más efectivos y accesibles.
Es fundamental fomentar la colaboración entre instituciones científicas y hospitales para mejorar los protocolos de tratamiento y aumentar las tasas de curación.
Del artículo de Juan Ricardo Palacio, podemos extraer las siguientes conclusione: